Mediante esta obra textil se interpela a la guerrillera cubana, Vilma Espín, con la pregunta ¿Qué es ser mujer? Haciendo referencia a la interrogante inicial planteada por Simone de Beauvoir en El segundo sexo. Esta pregunta invita al lector a reflexionar acerca del rol de la mujer en los procesos revolucionarios.
Se confeccionó una franja rojinegra bordada con letras blancas, evocando el brazalete del movimiento 26 de julio. Para ello, se utilizó Bistrech, tela comúnmente utilizada en los lienzos políticos.